Sadako Sasaki es una de las víctimas más recordadas de la bomba atómica que lanzó Estados Unidos en Hiroshima durante la Segunda Guerra Mundial. No fue una de las 140.000 personas exterminadas por el impacto inicial, sino una de aquellas que fallecieron al cabo de los años a causa de las enfermedades que provocó la radiación. Esta es la humilde historia de todo un símbolo de la paz en Japón.
segunda guerra mundial
Lascaris War Rooms: un trozo de la IIGM congelado en el tiempo.
Túnel de entrada a las Salas de Guerra Lascaris
Nos encontramos en La Valletta, capital de la isla de Malta. Concretamente en sus jardines más conocidos, Upper Barrakka Gardens, en los que se encuentra un busto de Churchill, numerosas placas conmemorativas y los cañones de Saluting Battery apuntando hacia uno de los paisajes más bellos del Mediterráneo. Bajo estos, a unos 50 metros bajo tierra, se encuentran las Lascaris War Rooms y dentro de ellas, el cuartel general desde el que los Aliados lucharon contra Hitler.
El Búnker de Hitler a través de la historia
Soldados rusos entrando en el Führerbunker en 1945.
El Führerbunker es el lugar en el que murió el III Reich en Berlín hace ya siete décadas. Al acabar la Segunda Guerra Mundial se intentó borrar cualquier vestigio de la existencia del refugio antiaéreo de Adolf Hitler. Durante todo el conflicto se especuló sobre su verdadero emplazamiento. Unos decían que estaba bajo el mismo Reichstag, mientras que otros lo ubicaban bajo la Puerta de Brandemburgo o lo que posteriormente sería el Monumento del Holocausto. Sin embargo, la respuesta al enigma era mucho más obvia y en realidad se encontraba muy próximo a la Nueva Cancillería del Reich, el centro neurálgico del Estado alemán. Hoy en día los escombros están sepultados bajo un parking de coches y los vecinos pasean indiferentes a sus perros, que orinan despreocupados sobre las jardineras.
Holocausto en Cracovia: el campo de concentración de Płaszów
Guardias de las SS en formación en el patio principal de Płaszów en 1944
65 años después de que el Ejército Rojo liberara los campos de exterminio de Auschwitz-Birkenau, el obispo de Cracovia Tadeusz Pieronek, amigo personal del fallecido Papa Juan Pablo II, declaró lo siguiente: “los judíos se han apoderado del Holocausto como un arma de propaganda. Es cierto que la mayor parte de los muertos en los campos eran hebreos, pero también católicos, polacos, gitanos, italianos, rusos… La Shoah como tal es un invento de los judíos”.
Dos tumbas de Madrid: la del dictador y la del partisano
Tumba de Ante Pavelić en el cementerio de San Isidro
Nos encontramos en el Cementerio de San Isidro, en el distrito madrileño de Carabanchel. Los cipreses bailan sobre los panteones de artistas y aristócratas. Se trata del cementerio eclesiástico más antiguo de la capital y está catalogado como Bien de Interés Cultural y uno de los camposantos más valiosos de Europa. No tardamos en llegar al recinto más solemne e histórico del cementerio y nos topamos con las tumbas de Moratín, Canalejas o Cánovas del Castillo. Y entre todas ellas, la del dictador y genocida croata Ante Pavelić.